Los efectos en una sociedad en crisis

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año más 800 mil personas se suicidan. En este sentido, el Informe Temática N° 14/2017-2018, elaborado por el Congreso de la República, señala que la OMS advierte que los grupos vulnerables de los países de altos ingresos que padecen experiencia prolongada de desempleo, baja instrucción, aislamiento y falta de un hogar presentan una alta prevalencia de desarrollo de alteraciones mentales, particularmente de depresión y ansiedad, asociados a alcoholismo y abuso de sustancias psicotrópicas.

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En nuestro país más de 5 millones de personas sufren de algún trastorno de salud mental. Asimismo, de acuerdo a la OMS, ocho de cada diez personas con padecimientos mentales no reciben tratamiento en los países de ingresos medios y bajos, y tres de cada diez en los países de ingresos altos.

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Vivir en un contexto así genera diversos efectos en la sociedad, particularmente en la peruana, la  Encuesta Demográfica y de Salud Familiar 2016, muestran que en el 70.8% de las familias peruanas existe violencia familiar, (incluida violencia contra la mujer, maltrato infantil o violencia contra el hombre) encontrándose las proporciones mayores en las regiones de Apurímac (85%) Arequipa (82.61%), Cusco (79.4%), Junín (76.3%) y Huánuco (75.9%). También indica que el 70% de mujeres sufren violencia por parte de sus parejas. De este grupo el 32 % es violencia física y 67.4% psicológica. Asimismo, esto no se controla solo en un escenario causa-efecto entre la salud mental y la violencia, sino también al revés. En el año 2014, el Instituto Nacional de Estadísticas e Informática incorporó en la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar. En esta encuesta se arrojó que el 5.3 %, de personas, de entre 15 años y más de edad, que sufrieron violencia física con efectos específicos en su salud mental como depresión, ansiedad, intentos de suicidio, estrés postraumático, y
trastornos de sueño y alimentación.

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Estas cifras son solo un ejemplo de cómo la salud mental no abarca solo una arista de nuestra vida como sociedad, sino que es una problemática multisectorial, la cual se manifiesta en aspectos laborales, familiares, entre otros y pueden generar consecuencias y pueden ser causante de otras problemáticas. 

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